Hermann Schütte, una persona injustamente olvidada. Fue pintor, artista gráfico y escritor. Joven salvaje, dadaísta, realista fantástico, surrealista. Conocido por muchos grandes de su tiempo, amigo de Kurt Schwitters y Heinrich Vogeler. Creador de toda la vida - creo ergo sum! Luchó consigo mismo y con el arte, siempre buscando nuevas formas y posibilidades de diseño. Espíritu experimental e independiente, no a pesar, sino a causa de su actividad profesional. El empresario exitoso, como se diría hoy, de tamaño mediano, no se preocupó por el espíritu de la época y la corriente principal. No tenía que promocionarse a sí mismo ni a su arte. Buscó y aspiró al arte, no al reconocimiento. El público, el circo del arte estatal y los museos no parecen haber olvidado su individualismo y por ello l.
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