Los recubrimientos de zinc evitan la oxidación del metal protegido para crear un acabado más duradero. Lo hace formando una barrera y actuando como ánodo de sacrificio si esta barrera se daña. El óxido de zinc es un polvo fino y blanco que (a diferencia del óxido de hierro) no trigger una degradación de la integridad de la superficie del sustrato a medida que se forma. El óxido de zinc, si se deja intacto, puede actuar como una barrera para una mayor oxidación, de manera similar a la protección que brindan al aluminio y al acero inoxidable sus capas de óxido. Lamentablemente, los casos de fraude van en aumento. El coste del fraude debe trasladarse a todos los compradores en forma de costes más elevados. Debido a esto, todos los informes de artículos perdidos se informan a Royal Mail, quien.
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