Procedente de la antigua provincia de Lemosín, el departamento de Corrèze, creado durante la Revolución Francesa en 1790, traza sus fronteras verdes en el Macizo Central, ofreciendo una lectura de su singular evolución geográfica que sólo un ojo perspicaz, guiado por un mapa antiguo, sería capaz de apreciar plenamente. Al desenredar el hilo del siglo XIX, se revela la huella del pasado, dibujando un territorio moldeado por los caprichos de Dordoña y Vézère, pero también por el saber hacer ancestral de sus habitantes. Tierra de cuentos y leyendas, Corrèze alberga diez ciudades imprescindibles que marcan su historia. Tulle, la prefectura, con una historia profundamente marcada por las armas y el acordeón, Brive-la-Gaillarde, cuya reputación en el rugby está bien establecida, y Ussel, a las p.
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