Este plato con bordes festoneados es una pieza de loza fina adornada con una escena pintada a mano que representa a cuatro figuras masculinas con trajes de época, de pie alrededor de una mesa en un ambiente al aire libre que recuerda a un patio o patio trasero con elementos arquitectónicos de madera. Los colores son vibrantes y detallados, con toques de azul, amarillo, verde, rosa y naranja. Sobre el escenario el escudo de Bretaña. Está compuesto por armiños sobre fondo blanco, que simbolizan la pureza y la nobleza. El armiño se convirtió en el emblema de Bretaña en la Edad Media, especialmente a partir del siglo XIII, con la introducción de este elemento heráldico por parte de Pierre de Dreux, duque de Bretaña. Está integrado en una cartela dorada y decorado con volutas azules y naranjas.
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