Lichas trajo a su amo la prenda mortal, y como castigo, fue arrojado por él al mar, donde se creía que las islas Lichadian, entre Eubea y la costa de Locris, derivaban su nombre de él. Esta estatua se basa en la famosa escultura de mármol «Hércules y Lichas» (1795), de Antonio Canova, que ahora se conserva en la Galería Nacional de Arte Moderno de Roma.
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